Si buscas el spot perfecto para tus próximas vacaciones en Mallorca, la playa del Port de Pollença es, sin duda, una de las paradas que tienes que hacer sí o sí.
Está al norte de la isla, a solo diez minutos del encantador casco antiguo de Pollença —2 km al sur— y, como ya te adelantamos en el título, luce bandera azul y presume de 1,5 km de longitud. ¿Más puntos a su favor? Está rodeada por la Serra de Tramuntana y por las escarpadas colinas del Cap de Formentor: un paisaje natural que es, simplemente, espectacular.
Sí, seguro que ya te ha picado el gusanillo y quieres venir a conocerla… pero deja que te contemos todavía más sobre ella.
La playa del Port de Pollença es un oasis para todos los gustos
La larga franja de arena de la playa del Port de Pollença se curva suavemente alrededor del puerto y la divide en varias secciones, de modo que puedes elegir la que más encaje contigo.
Su arena es dorada y el agua… ¡excepcionalmente tranquila! De un azul tan intenso que, a ratos, parece verde.
Además, tiene ambientes para todos los gustos: hay zonas dedicadas a los deportes acuáticos, otras más relajadas para tumbarte al sol y muchos chiringuitos, por si hace falta tomar un tentempié a la sombra.
La columna vertebral de la playa es el enorme paseo marítimo pavimentado, donde, además de caminar, puedes disfrutar de un montón de tiendas y de una tentadora oferta de restaurantes para probar platos como el típico tumbet, el arroz brut mallorquín y embutidos tan ricos como la sobrasada y el botifarró.

La playa tiene servicios para dar y tomar
Todo el mundo repite en la Platja del Port de Pollença, es una playa popular entre familias, jóvenes y mayores.
Lo más valorado de la playa es su fácil acceso y el gran número de servicios; cuenta con socorristas titulados, alquiler de hamacas y sombrillas, duchas, lavapiés, baños y áreas de juego como el «Juego del Bote» —un parque de madera— para los más pequeños.
Además, el arenal es totalmente accesible para sillas de ruedas y personas con movilidad reducida gracias al paseo pavimentado, las pasarelas de madera, las sillas anfibias y el personal de apoyo.
En cuanto a la afluencia, no te vamos a mentir: la playa del Port de Pollença está muy concurrida en verano, pero su amplitud garantiza espacio para todos. Las zonas cercanas al puerto y al paseo atraen a más público familiar y, si caminas hacia los extremos —especialmente hacia los pinos—, el ambiente se vuelve más íntimo y tranquilo.
Cómo llegar a la playa del Port de Pollença
Desde Pollença tardarás unos 10 minutos en coche, desde Alcudia unos 15 o 20 minutos y desde Palma unos 45 minutos por la autopista Ma-13. Aparcar por aquí no tiene demasiado misterio: puedes dejar el vehículo gratis junto al puerto o usar el gran parking —de pago— situado junto a la oficina de turismo.
Si prefieres llegar hasta aquí en transporte público, la línea 301 une Palma con el Port de Pollença —unos 90 minutos— y la 352 te acerca desde Alcudia. Además, un servicio regular conecta el casco viejo de Pollença con el puerto con hasta veinticuatro trayectos los días laborables y ocho los fines de semana y festivos.
¿Ya estás en la zona? Anímate a pedalear: hay una red de carriles y rutas —«Rutas de la biodiversidad»— que comunica Alcudia, la playa de Muro y Pollença y que cruzan algunos de los paisajes más impresionantes del municipio.
Y si buscas comodidad puerta a puerta, los taxis —blancos con franja azul y taxímetro— son la opción más rápida y cómoda.
Actividades acuáticas en la playa del Port de Pollença
Aquí no hay lugar para el aburrimiento. Puedes alquilar tablas de SUP, jet skis, kayaks, esquís acuáticos o apuntarte a un paseo en banana boat. También puedes lanzarte a navegar en velero o unirte a algún tour para avistar delfines y explorar el impresionante Cap de Formentor. Y cuando sopla el viento, la bahía es un paraíso para el windsurf y el kitesurf.
Otro plan imprescindible si eres un ser acuático es practicar submarinismo; hay varias escuelas locales que organizan inmersiones diurnas y nocturnas. ¿Prefieres algo más tranquilo? Súbete a un catamarán en el puerto y haz snorkel en aguas cristalinas: ¡no defrauda!
Gastronomía a tiro de piedra
En la playa del Port de Pollença las opciones gastronómicas son infinitas. Y como la buena comida sabe aún mejor con los pies cubiertos de arena, la oferta junto a la playa se ha afinado para mimar todo tipo de paladares.
Aquí van algunas propuestas de restaurantes y bares para que llenes el estómago con buena comida sin alejarte demasiado:
- Tolo’s Restaurant: un lugar perfecto para tomar paella y carne a la brasa.
- Ca’n Pescador: perfecto para disfrutar de arroces y mariscos elaborados con mimo.
- La Llonja: deliciosos platos, tapas, desayunos y menús inspirados en el Mediterráneo.
Si buscas algo más informal, los chiringuitos de madera de la playa Llenaire despachan bocadillos de pan moreno con sobrasada, smoothies y todos los tipos de cafés y refrescos que puedas imaginar.
¿Te vienes a disfrutar de la playa de Port de Pollença?
Ha llegado el momento de pasar de la pantalla a la realidad y reservar tu escapada a la playa del Port de Pollença.
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